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Sector inmobiliario prevé ventas similares a 2016 y cautela en inicio de obras nuevas.

– Diciembre 2016 –

Un año «gemelo» a 2016, en términos de ventas de viviendas nuevas o con una leve alza. Esas son las proyecciones para 2017 de la industria inmobiliaria nacional, donde también coinciden que el inicio de nuevos proyectos de construcción será analizado con cautela por parte de las empresas, las que estarán atentas al comportamiento de la demanda.

Así será el próximo año, el primero tras dos ejercicios que no tendrá como protagonista a la influencia que generó la aplicación del IVA a la comercialización, medida derivada de la reforma tributaria, que hizo disparar las ventas en 2015, ya que el público buscó evitar el pago de ese gravamen. Tras ese boom, la demanda en 2016 cayó fuertemente, cerca de 37% anual a nivel nacional, cerrando en unas 51.845 unidades, según estima la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).

Para el 2017, en el Gran Santiago se produciría un empate «técnico», con poco más de 26.800 viviendas comercializadas, cifra semejante a las 26.527 que contempla la CChC para este año. El gerente de Estudios de la CChC, Javier Hurtado, comentó que «si la economía sigue creciendo del orden de 1,9% o 1,5%, será muy lenta la recuperación». Añadió que «cuando la actividad y los ingresos de las personas suben poco y hay riesgo de desempleo, la gente no toma decisiones de compra de viviendas. Debiéramos haber visto eso en 2015 respecto de 2014, pero el IVA nos distorsionó toda la figura. El 2017 se ve lento en crecimiento y tampoco se advierte recuperación del ánimo».

El director ejecutivo de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), Vicente Domínguez, espera que «el mercado residencial se comporte parecido al segundo semestre de este año en términos agregados, aunque haya nichos del mercado que se alteren hacia arriba o hacia abajo por estrechez de oferta o algo de sobrestock».

Domínguez agregó que «manteniéndose la inflación en los rangos meta, la tasa de interés de los créditos hipotecarios baja, y no alterándose los niveles de desocupación, las condiciones para comprar son muy parecidas a las actuales. El único tema que sigue preocupando son los precios, gatillados por una elevación constante de los costos». Esto último, explicó, no responde solo al alza de precios de los suelos, sino también a restricciones para construir en municipios e impustos ligados a nuevas iniciativas legales.

Sobre el lanzamiento de nuevos proyectos, Hurtado señaló que las inmobiliarias están administrando los tiempos de las faenas residenciales en función de lo que logran colocar en verde. «No les conviene acelerar una obra si no vende», dijo.

 

Fuente: El Mercurio

 

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